La vida moderna suele ser sedentaria, y muchas personas pasan horas sentadas en escritorios, sofás o coches. La falta de actividad física contribuye significativamente a las enfermedades cardíacas y la insuficiencia cardíaca. El ejercicio regular ayuda a mejorar la circulación, mantener un peso saludable y reducir la presión arterial, todos factores esenciales para la salud cardíaca.
Cómo evitar este hábito:
Intente realizar al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana.
Tome descansos breves a lo largo del día para levantarse, estirarse y caminar.
Considere actividades como caminar, andar en bicicleta, nadar o bailar, que son suaves para las articulaciones y promueven la salud del corazón.
3. Fumar y consumo excesivo de alcohol
Fumar es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, incluida la insuficiencia cardíaca. Daña los vasos sanguíneos, aumenta la presión arterial y reduce la cantidad de oxígeno que llega al corazón. De igual manera, el consumo excesivo de alcohol debilita el músculo cardíaco y aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca. Muchas personas desconocen el daño a largo plazo que estos hábitos causan.
Cómo evitar estos hábitos:
Si fuma, busque apoyo para dejarlo. Hay muchos recursos disponibles para ayudarle, como terapia y medicación.
Limite el consumo de alcohol a niveles moderados (una bebida por día para las mujeres, dos para los hombres).
Si tiene problemas para reducir el consumo de alcohol, considere buscar ayuda profesional o grupos de apoyo.
4. Estrés crónico y falta de sueño
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