Pastel Éclair de chocolate sin hornear
Instrucciones:
Prepare la mezcla para pudín:
En un tazón mediano, bata la mezcla para pudín de vainilla instantáneo y la leche fría hasta que la mezcla espese.
Incorpore suavemente la cobertura batida descongelada hasta que esté bien combinada, creando un relleno ligero y cremoso.
Ensamblar las capas:
En una fuente para hornear de 23×33 cm, coloque una sola capa de cuadrados de galleta graham, cubriendo completamente el fondo. Quizás tenga que partir algunas galletas para que encajen en los bordes.
Extiende la mitad de la mezcla de pudín uniformemente sobre las galletas graham.
Coloque otra capa de galletas graham encima de la mezcla de pudín.
Extiende la mezcla de pudín restante sobre esta segunda capa de galletas graham.
Terminar con una última capa de galletas graham encima.
Añade la cobertura de chocolate:
Retira la tapa y el papel aluminio del glaseado de chocolate. Caliéntalo en el microondas durante unos 15 segundos para ablandarlo y facilitar su aplicación. Remueve bien.
Extiende uniformemente el glaseado de chocolate ablandado sobre la capa superior de galletas graham, asegurándote de una cobertura completa.
Enfriar el pastel:
Cubre la fuente para hornear con film transparente o una tapa.
Refrigerar durante al menos 8 horas, o toda la noche si es posible. Esto permite que las galletas graham se ablanden y se integren con las capas cremosas, logrando una textura similar a la de un pastel.
Atender:
Una vez enfriado y cuajado, cortar el pastel en cuadritos y servir frío.
Consejos:
Variaciones de sabor: Para darle un toque diferente, considere usar galletas graham de chocolate o agregar una capa de rodajas de banana o fresas entre las capas de pudín.
Crema batida casera: si lo prefieres, puedes sustituir la cobertura batida comprada en la tienda con crema batida casera para obtener un sabor más rico.
Almacenamiento: Guarde las sobras en el refrigerador, tapadas, hasta por tres días.
Este pastel Éclair de Chocolate sin Horno demuestra que crear un postre delicioso no tiene por qué ser laborioso. Con ingredientes mínimos y sin necesidad de hornear, es una opción ideal para reuniones, comidas compartidas o simplemente para satisfacer un antojo dulce sin complicaciones.