Variante original del clásico cheesecake neoyorquino, consiste en una base crujiente, elaborada con bizcochos de cacao y mantequilla derretida, cubierta con una suave crema de queso y nata fresca, aromatizada con café moca.
Una espolvoreada de cacao en polvo sin azúcar en la superficie y listo un postre de cuchara con diferentes texturas, en el que la voluptuosidad del relleno y el crocante de la cáscara casan a la perfección con el intenso y decidido aroma del café y el chocolate.